El cantante almeriense despliega su repertorio ante miles de personas en la dehesa del campo de golf de Pozoblanco
El cantante almeriense David Bisbal llegó el sábado a Pozoblanco y le metió muchas revoluciones a la tercera y última noche del Slow Music Festival 2018. Cierre por tanto de altura con un concierto que reunió a miles de personas en los aledaños del campo de golf, algunas de las cuales hacían ya cola desde varias horas antes de que comenzase el espectáculo. Bisbal arrancó su actuación con traje e impoluta camisa blanca y lo acabó, ya de madrugada, en camiseta y a pleno ritmo. Es decir, que su actuación fue de menor a mayor intensidad hasta llegar a una última fase frenética en la que el almeriense cantó sus temas más conocidos y bailados.
También buscó Bisbal la complicidad de los asistentes con constantes guiños a Pozoblanco, Andalucía y España. Y eso lo hizo ondeando banderas y también con temas como ‘Al Ándalus’. El fin de fiesta lo dedicó Bisbal a canciones suyas que han sido muy bailadas durante casi dos décadas como ‘Bulería’ o ‘Ave María’. Fueron en total dos horas largas de concierto en las que el cantante almeriense apenas se dio un respiro, como si fuese aún aquel “joven de pelo largo” que sorprendió en la primera edición de ‘Operación Triunfo’ y al que el mismo Bisbal aludió anoche.
El Slow, tras el espectáculo del almeriense, clausuró una segunda edición en la que la dehesa de Pozoblanco, un paraje de gran valor medioambiental y estético, volvió a ser protagonista. Miles de personas han pasado por el recinto a lo largo de los tres días de esta cita musical, en la que han actuado, además del mencionado Bisbal, el grupo infantil Pica Pica y el cantante madrileño Dani Martín. El Slow Music Pozoblanco se consolida de este modo como la actividad que marca el inicio del verano pozoalbense