El festival se ha convertido en un evento musical único en la provincia, pues une música, naturaleza y gastronomía
El II Slow Music Pozoblanco concluyó la madrugada del pasado domingo y lo hizo con magníficos resultados y apuntando a su consolidación como gran cita musical anual de Pozoblanco, singular en el contexto de la provincia por unir música, gastronomía y naturaleza. En cuanto a público, superó de nuevo, como ya ocurrió en la primera edición, los 10.000 visitantes entre el jueves y el sábado, a lo que hay que unir un creciente impacto en los medios de comunicación convencionales y en las redes sociales, que han estado muy activas en esta edición.
Una mejora sustancial de este año ha sido el espectáculo infantil, donde el grupo Pica Pica hizo el jueves las delicias de los pequeños y atrajo a numeroso público, mientras que Dani Martín y David Bisbal siguieron la senda que ya en 2017 habían abierto Miguel Bosé y Manuel Carrasco. Es decir, ofrecieron dos conciertos muy intensos y de enorme espectacularidad. Ambos se mostraron además encantados con el entorno natural, lo que viene a demostrar que la singularidad del paisaje supone un estímulo para los artistas y una fuente de energía e inspiración. En ese aspecto medioambiental, también es reseñable la efectividad del programa Slow Limpio, que se puso en marcha este año y que ha permitido que se reduzca de forma sensible la cantidad de residuos depositados en las zonas de concierto.
El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, ha garantizado la apuesta del municipio por el Slow, ya que, según explica, “es un festival que se ha consolidado muy rápido como la gran cita musical del año en Pozoblanco”. “Una gran idea -según el regidor- que requiere de respaldo sostenido en el tiempo para situarse como uno de los festivales más singulares de cuantos se programan en España”.
El concejal de Turismo, Eduardo Lucena, se ha mostrado por su parte satisfecho de que el Slow sea ya no sea un sueño sino una realidad consolidada. También ha destacado el impacto económico que el festival supone para Pozoblanco, con más de 60 contrataciones vinculadas al mismo y con el lleno en los hoteles y en los establecimientos hosteleros de la ciudad. El concejal de Turismo ha avanzado que ya se está comenzando a trabajar en la tercera edición del Slow, que en 2019 llegará con varias novedades que se irán desvelando durante los próximos meses. Un aspecto en el que se piensan introducir medidas, según ha adelanto Lucena, es en el gastronómico, puesto que la idea del Consistorio es que la oferta culinaria gane presencia y se convierta en otro atractivo singular del Slow. También se seguirán mejorando las medidas ambientales y buscando los artistas de primer nivel que puedan mantener el nivel alcanzado hasta el momento.
Por último, el edil de Tráfico del Ayuntamiento de Pozoblanco, Manuel Cabrera, se ha felicitado de que a lo largo de las tres noches no haya habido ningún suceso que lamentar. “La coordinación de seguridad ha sido efectiva”, ha recordado el concejal.