El presupuesto de la reforma alcanza los 2,2 millones de euros y contempla la revitalización comercial y económica del centro de la ciudad, conectando con la calle Real y Mayor.
La propuesta planteada por los arquitectos pozoalbenses Belén Muñoz, Juan Diego Cabrera y Eusebio Salamanca ha resultado ganadora hoy del concurso de ideas puesto en marcha por el Ayuntamiento de Pozoblanco para determinar el diseño de la reforma del Mercado de Abastos de la localidad, una de las actuaciones más importantes que plantea para el presente mandato el equipo de gobierno.
La mesa de valoración, compuesta por técnicos municipales, de la Diputación y de la Junta y por representantes de todos los grupos políticos del Ayuntamiento, ha mantenido hoy el encuentro en el que se ha dirimido la adjudicación. El presupuesto total de la obra es de 2,2 millones de euros.
El proyecto presentado por el equipo de Muñoz, Cabrera y Salamanca contempla, según su memoria descriptiva, “potenciar el mercado como un elemento atractivo del casco urbano, que actúe como un impulso dinamizador del comercio tradicional y que cuente con actividades de ocio relacionadas con la gastronomía de la dehesa, todo ello en el marco de unos usos polivalentes con salones para conferencias, exposiciones y eventos de distinto tipo. Será un edificio abierto al público para mantener una relación con la ciudad”.
Los objetivos principales del proyecto se centran en generar un espacio peatonal comunicado con las calles Real y Mayor, realizar una oferta de 43 plazas de aparcamiento, solucionando en parte este problema en el centro; renovar el mercado como motor de modernización del centro de la ciudad, incorporar nuevos usos comerciales-gastronómicos, muy demandados en la ciudad y generar usos polivalentes que permitan y complementen a esta oferta de restauración de calidad.
Durante el proceso de selección se ha valorado el espacio que se genera para los ciudadanos con zonas peatonales y ajardinadas. Además, la iniciativa cuenta con dos plantas, una de ellas conformada por terrazas, donde se disponen espacios con muchas posibilidades. En la memoria de los arquitectos se expone la mezcla entre vanguardia que tendrá el espacio con el concepto tradicional de plaza pública, todo ello con independencia espacial y acorde con un uso de horarios totalmente distinto. Los arquitectos dan mucha importancia al espacio peatonal ajardinado que se genera en la parte norte –lateral izquierdo según se mira desde la fachada principal-, donde se dan condiciones incluso para organizar importantes eventos al aire libre y se plantea la conexión peatonal con la calle Real.
Por plantas.
La planta baja acogerá puestos gastronómicos y los tradicionales comercios de frutas, pescados, carnes y verduras. Además habrá dos cafeterías y distintos espacios de servicio. La planta alta será donde se ubiquen las cafeterías y los bares terraza, los salones polivalentes y los locales comerciales o colectivos. Los sótanos albergan distintos almacenes.