Refugio de «El Cerro»

Situado en la parte alta de Pozoblanco, conocida popularmente como el Cerro, parece que llegó a ser el más grande de los refugios construidos en Pozoblanco, este se extendía a lo largo de tres tramos adaptados a la topografía que las condiciones graníticas del subsuelo imponían, siendo excavado a pico y pala en la dura tosca en forma zigzagueante y con forma abovedada.

Éste tiene una orientación Norte-Suroeste hacia el centro de la manzana compuesta por las calles San Sebastián, Hilandos, Sol y Santa Rita, prosiguiendo dicho trazado hasta la Parroquia de San Sebastián, en una longitud total aproximada de 120 metros, suponiendo el primer tramo que parte desde la calle Ramón y Cajal y va hasta la calle Sol en unas medidas de 30 metros aproximadamente, el segundo tramo que es el descubierto en unos unos 50 metros aproximadamente, y el tercer tramo hasta la parroquia en unos 40 metros.

Constaba de tres bocas o puertas de acceso al mismo; una de ellas situada en la calle sol, a la altura del actual “Círculo de Bellas Artes”, otra de ellas enfrente de la entrada a la Parroquia de San Sebastián y la última al principio de la actual calle Ramón y Cajal. Al igual que el resto de los otros refugios públicos, este disponía de una instalación eléctrica a lo largo de las galerías para facilitar el acceso y orientación en el mismo de sus usuarios, de la cual todavía podemos ver los soportes fijados a la pared por dónde discurrían los cables. Como dato reseñable apuntar que en uno de los bombardeos habituales sobre la población una de las bombas cayó sobre una de las bocas matando a varias personas, de las que las víctimas más recordadas, fueron una madre y su hijo.

No conocemos la fecha exacta de la construcción del Refugio del Cerro, pues no se ha conservado documentación al respecto, dado que las actas municipales de los años de la Guerra Civil no se han conservado en su totalidad, pero en todo caso sería a partir del año 1937, pues no es sino hasta finales de diciembre del año 36 cuando se empieza a tratar el tema de la construcción de refugios municipales. Si aparece en cambio mejor documentado su desmantelamiento, que queda reflejado en el acta de 27 de Marzo de 1940: Igualmente se aprobó la cuenta que presenta Juan Álvarez Bravo, su importe de 300 pesetas, por los trabajos verificados en retirar la tierra del refugio de la Parroquia de San Sebastián, y cuya cuenta viene contrastada por el Perito Municipal.

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