El programa de intercambio pretende conocer los territorios rurales tanto españoles como franceses a través del deporte. Los estudiantes visitarán distintos lugares de Pozoblanco para conocer su desarrollo económico, entorno natural y explotaciones agropecuarias
El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, ha recibido esta mañana en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, a los 50 estudiantes franceses de intercambio, más los 50 estudiantes del Colegio Salesiano San José, que participan en el programa de intercambio para conocer territorios rurales europeos a través del deporte y el medio ambiente.
El primer edil ha dado la bienvenida a los estudiantes, deseándoles que la estancia le sea grata y que disfruten del tiempo que pasarán conviviendo con los estudiantes españoles de la comunidad salesiana, con los que visitarán diferentes lugares de Pozoblanco como su entorno natural, la dehesa, el olivar, la cooperativa Covap y los lugares más singulares de la localidad. El objetivo de este programa de intercambio, ha señalado Cabello, es el de conocer un entorno rural y su desarrollo económico con semejanzas al lugar de origen francés, utilizando el deporte y el medio ambiente como medio para su mejor conocimiento.
El director del Colegio Salesiano San José, Pedro García, ha querido destacar que la realización de este programa de intercambio es una satisfacción para el centro, porque además del intercambio con institutos de Francia, también se están llevando a cabo programas similares con Alemania, que ayudan al alumnado a convivir y enriquecerse con la diversidad cultural. También ha agradecido a las instituciones, organizaciones y empresas que hacen posible que estos proyectos sean una realidad, además de agradecer el trabajo e implicación de los equipos educativos que acompañan a los jóvenes y, por supuesto, a las familias de todo el alumnado participante.
Por su parte, Florence Chabrillat, profesora del instituto Massabielle, ha explicado que este proyecto surge del programa europeo “Leonardo” que se lleva a cabo desde 2011, mediante el cual los alumnos podían realizar prácticas complementarias a sus estudios en países europeos. Sin embargo, uno de los objetivos que se querían potenciar era el hacer recuperar a los jóvenes el sentido de ir a la escuela a diario, mediante la convivencia con otros jóvenes de su entorno rural y el conocimiento del territorio, y el nexo de unión planteado con mucho acierto fue el deporte y el medio ambiente. Tras el éxito de estos encuentros en el país de origen, se pensó trasladarlo a otros países europeos, y de ahí surgen estos intercambios.