La intervención persigue eliminar los problemas de drenaje y condensaciones e incluye actuaciones de albañilería y pintura y la instalación de luces led. Las seis salas expositivas también han sido mejoradas mediante el nivelado de sus paredes, que presentaban desperfectos, y se han pintado
El Ayuntamiento de Pozoblanco ha concluido las obras de reforma de la entrada principal del Teatro El Silo, que ha afectado al corredor de acceso al edificio y a las seis dependencias para exposiciones que flanquean este espacio. El alcalde de la localidad, Santiago Cabello, ha explicado que con esta intervención “se persigue resolver un problema que se venía produciendo desde hace años con la condensación de agua que existía en el foso de entrada”.
Para ello, se levantaron las cristaleras que lo cubren, que han sido completamente renovadas, y se ha obrado una pequeña pendiente para que el agua pueda salir, a lo que se ha añadido la instalación de una bomba eléctrica de extracción para reforzar el drenaje. “Era una intervención necesaria que va encaminada a que en el futuro, y cuando se realicen nuevas actuaciones que mejoren su accesibilidad, la entrada habitual al El Silo se pueda hacer al fin por su entrada principal, para lo que seguiremos trabajando en los próximos meses”, ha explicado el alcalde. Igualmente, ha explicado que con esta actuación se refuerza la imagen original del edificio al quedar mejor conservadas las conducciones utilizadas para el almacenamiento del cereal.
Cabello ha resaltado por último las intervenciones que se están realizando en materia cultural con el fin de adecuar diversos espacios y ha agradecido en ese sentido la buena acogida de público que está teniendo la sala de exposiciones La Besana, inaugurada el pasado mes de marzo y en la que se puede ver hasta el próximo 17 de abril la exposición “Alegría” de Sabino Moreno.
La concejal de Urbanismo, Anastasia Calero, ha añadido por su parte que durante la intervención en El Silo se ha aprovechado para adecentar el entorno del foso con variadas labores de albañilería y pintura, un trabajo que también ha afectado a las dependencias expositivas que hay en los antiguos silos, cuyas paredes se han mejorado y se han vuelto a pintar para solventar los problemas de desnivel que presentaban.
Calero ha explicado que “también se ha añadido piedra de canto rodado blanco en el fondo del foso, se han instalado luces led de bajo consumo y se ha colocado un nuevo suelo de vidrio de seguridad pisable, con lo que se resuelve el problema de suciedad que acumulaban los anteriores debido a las condensaciones”. “Se mejora la imagen de todo este espacio cultural”, ha concluido.