Arranca el próximo viernes con una Master Class de platos clásicos de la comarca organizada por Piedra y Cal. Turismo Pozoblanco proyecta la edición de un libro que permita una promoción de largo alcance de este legado culinario.
El próximo viernes arrancará el proyecto Alacena de Recetas, que nace promovido por la Asociación Piedra y Cal y y con la colaboración del Ayuntamiento de Pozoblanco y de la empresa pozoalbense Perfil Peninsular. La iniciativa tiene por objetivo recuperar y difundir la gastronomía tradicional de la localidad y de la comarca del Valle de los Pedroches, lo que se perseguirá a través de diferentes actividades.
La primera propuesta en ese sentido será una Master Class culinaria organizada por Piedra y Cal y financiada por el Consistorio, se celebrará el viernes a las 10:00 de la mañana en las cocinas que tiene en sus instalaciones la compañía Perfil Peninsular, situadas en el Polígono Industrial San Gregorio. En total, se ofertan para este curso 18 plazas, limitadas por orden de inscripción con un coste para las personas que quieran participar de cinco euros. Las plazas ya se pueden reservar en la Oficina de Turismo de Pozoblanco presencialmente o a través de los teléfonos 957132204 y 678758449.
El concejal de Turismo de Pozoblanco, Eduardo Lucena, ha querido agradecer “esta magnífica idea de una asociación tan valiosa para nuestra cultura y nuestro patrimonio como Piedra y Cal” y ha destacado que “nunca hemos tenido duda alguna de apoyar este proyecto pues encaja perfectamente con una de nuestras principales líneas de trabajo, Pozoblanco Gastronómico”. El edil ha explicado que la idea es que este tipo de talleres se vayan repitiendo a lo largo del año, con el fin de ir rescatando o divulgando recetas de Pozoblanco y Los Pedroches asociadas a ciertas festividades o a los productos de temporada.
También ha anunciado que en el futuro, una vez se hayan recogido información suficiente, “sería una buena idea recopilar todo este recetario es un libro que permita que todos los ciudadanos tengan fácilmente a su alcance el método de elaboración, los ingredientes y sus cantidades con el fin de que estos platos sigan vivos en nuestras cocinas familiares”. La conservación del patrimonio gastronómico, según Lucena, “es una obligación pues no sólo da beneficios a nuestro turismo sino que supone la conservación de nuestra cultura y de nuestra identidad”.