El alcalde de Pozoblanco destaca el alto nivel organizativo de la fiesta y la consolidación de cambios como la ordenación de las carrozas, el buen funcionamiento del transporte público y la amplia programación paralela.
Miles de personas han acudido a la llamada de la campana del Santuario de la Jara. Pozoblanco ha cumplido un año más con la tradición de llevar a la Virgen de Luna hasta la Iglesia Mayor de Santa Catalina con la luna llena que preside año tras año el Domingo de Sexagésima. La dos grandes tormentas que descargaron durante la tarde y la noche de ayer sobre la localidad de Los Pedroches han dado paso a un día frío con nubes y claros pero que ha permitido que la romería, que celebra siempre en invierno, haya sido un éxito.
Durante la madrugada, el tambor de la cofradía ha recorrido Pozoblanco llamando a los hermanos de esta peculiar hermandad militar, que data del siglo XVI, pero cuyas reglas actuales son un privilegio de 1877. A las 08:30 aproximadamente las autoridades han despedido a la hermandad, ya formada, camino del Santuario. Hacia esa hora, cientos de romeros se encaminaban ya hacia la dehesa de la Jara por esta mítica vía pecuaria de unos 14 kilómetros.
El alcalde de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo, ha destacado el alto nivel organizativo que ha alcanzado la fiesta gracias a los cambios introducidos desde el año pasado y la importancia que tomado la ordenación de elementos de romería como las carrozas. Pozuelo ha deseado un feliz día de romería a todos los pozoalbenses y a todos aquellos que se desplazan al Santuario y se ha mostrado aliviado por la tregua que ha dado la lluvia. Pozuelo ha destacado además el buen funcionamiento del transporte público durante toda la jornada “con todos los autobuses llenos”.
El alcalde ha señalado además que el sábado se ha convertido en un gran día de fiesta gracias a la celebración de Pozoblanco Gastronómico: “Daba gusto ver todo los establecimientos llenos ofreciendo platos típicos”.
El concejal de Urbanismo, Obras y Servicios, Manuel Cabrera, ha destacado la gran cantidad de personas que se han desplazado a la romería en los 18 autobuses que estarán dando viajes de forma ininterrumpida y “a tope de pasajeros” hasta las 19:00. El edil ha destacado que el tráfico ha quedado regulado sin incidencias en todos los caminos y que el nuevo orden de cierres de vías y horarios ha contribuido a canalizar mucho mejor la afluencia de romeros. La apuesta por las carrozas ha sido otro de los ejes en los que Cabrera se ha detenido, valorando que “evitan la presencia de muchos coches”. La climatología también ha ayudado a que no se produjeran atascos ni en los accesos ni en los cercados.
Por primera vez, además, se ha instalado un escenario en la explanada del Santuario, donde han actuado el Coro Romero y el cantaor, Antonio de Pozoblanco.
Medallas, honores y nuevos hermanos.
Como cada año, durante la misa de campaña celebrada en el recinto empedrado de la ermita, se impusieron las medallas a los hermanos por sus servicios prestados a la cofradía. Hoy se ha distinguido a tres hermanos con la medalla de plata, que hace honor a sus 25 años de servicio en la cofradía. José Luis Torrico, Antonio Claudio Medrán y Francisco del Rey han sido los homenajeados por sus compañeros de formación. Además, se ha incorporado a filas un nuevo cofrade, Evaristo Ballesteros, quien fue pregonero de la Fiesta el año pasado.
Un pregón de gran altura.
El pregón de las Fiestas de la Virgen de Luna de Pozoblanco, a cargo de Antonio Garrido Ballesteros, ha marcado un antes y un después en la concepción de la exaltación de la romería y de todo lo que la rodea. Garrido Ballesteros desarrollo anoche en el Teatro El Silo un espectáculo coral con un prólogo de lujo gracias a la reaparición del mítico grupo Los Amigos del Pueblos, al que pertenecía Andrés Garrido, padre del pregonero fallecido de forma prematura en 1988. Tras ese introducción con sevillanas que conocen de principio a fin todos los pozoalbenses de más de 35 años, Antonio Garrido desplegó una interpretación sublime de un texto cargado de matices y con un vocabulario amplísimo, en el que tuvieron también hueco muchos términos del léxico particular de Los Pedroches y de la romería de la Virgen de Luna. Acompañado por momentos por un violín y un piano, el pregón, excelso en contenido, fue un éxito de público y marca un hito en la historia de un evento que ayer cumplió 30 años.