Declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía desde el año 2001.
La Semana Santa de Pozoblanco alberga una de las representaciones de La Pasión más singulares de Andalucía.
Los pozoalbenses, con seriedad y respeto, han sabido mantener bellas tradiciones centenarias como son los Cantos de Pasión, celebrados los sábados de cuaresma y cuyas letras reflejan el Evangelio correspondiente a cada Domingo de Cuaresma.
Declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía desde el año 200
La Semana Santa de Pozoblanco alberga una de las representaciones de La Pasión más singulares de Andalucía.
Los pozoalbenses, con seriedad y respeto, han sabido mantener bellas tradiciones centenarias como son los Cantos de Pasión, celebrados los sábados de cuaresma y cuyas letras reflejan el Evangelio correspondiente a cada Domingo de Cuaresma.
Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, cada uno de los días de la Semana Santa pozoalbense tienen una particularidad. La alegría de los niños con sus ramas de olivo y sus palmas acompañando a Jesús en “La Borriquita”, la figura de la nazarena con su hábito propio formando las filas de penitentes, los soldados romanos a caballo con Jesús Rescatado, la seriedad y humildad de los nazarenos que rezan el vía crucis acompañando al Cristo de la Caridad, o la alegría de las campanas el Domingo de Resurrección, son símbolos que aportan una marcada identidad y singularidad a la Pasión de Pozoblanco.
En la madrugada del Viernes Santo tiene lugar otra de las manifestaciones de acusada peculiaridad. Es el acto del Prendimiento a Jesús Nazareno, donde Judas hace entrega de Jesús a los soldados romanos “Sayones” y Poncio Pilatos lo sentencia a muerte.
Otro acontecimiento singular es la “Quema del Judas”, el Sábado de Gloria tras la Vigilia de Resurrección, los vecinos de Pozoblanco queman en sus plazas muñecos colgados hechos de paja, trapos viejos y lana, festejando la Resurrección de Jesús.
Como díjo hace algunos años un pregonero pozoalbense, cuando llega la primavera "… En Pozoblanco no huele a azahar, huele a Semana Santa…", y en esos días la ciudad se transfigura para poner en escena una de las manifestaciones más bellas y de mayor fervor popular de cuantas habitan entre nosotros.